LA EXPRESION CORPORAL.
Body art.
¿Qué
es el Body Art?
El
arte corporal o Body Art es un estilo artístico cuya característica principal
es el uso del cuerpo como material y forma expresiva. Por esta razón se pinta y
recubre el modelo que se va a realizar su práctica ha desembocado en la
apertura de nuevas expresiones artísticas. El cuerpo se puede pintar, tatuar,
añadir piercings e incluso hacer heridas para más realismo. El body art tuvo
una gran relevancia en Europa y Estados Unidos.
Por
lo general el body art se realiza en el marco de una performance (una
acción artística) o para registrar el resultado en videos o fotografías. En sus
orígenes, muchas de las manifestaciones de este tipo de arte formaban
parte de rituales. Una de las expresiones más conocidas del body art es
el body paint o “pintura corporal”. Esta práctica consiste en
aplicar pintura sobre el cuerpo para la realización de diferentes
clases de dibujos o la creación de figuras.
Técnicas
del arte corporal
Al
momento de utilizar el cuerpo humano como lienzo, o medio de expresión de la
creatividad en el body art es necesario seguir unas técnicas que ayudan a su
buena práctica sin que exista una serie de malos efectos en el cuerpo. El uso
del henna para los tintes corporales, la falsa perforación de piercings y el
maquillaje son las técnicas más importantes y utilizadas en la disciplina del
arte corporal.
Tintes
de henna:
La
henna es un extracto de la planta alenha que se cultiva en las en países
asiáticos como la india, Pakistán e irán y algunas naciones del norte de
áfrica. Este extracto se realiza a partir de la trituración de la hoja de la
planta, que después se comprime en una pastilla. El tono del tinte de henna
puede variar del color color rojizo al color marrón.
El
tinte de henna se utiliza en varias obras de arte corporal, de diferentes
formas. Las formas más comunes de usarlo son utilizándolo como tinte para el
cuerpo, donde se prepara el polvo o la pastilla a partir de aceites esenciales
y luego se aplica con un cono de acetato o una aguja sobre el cuerpo ya
preparado.
Falsas
perforaciones de piercings:
Existen
demasiados artistas que deben utilizar los piercings en su cuerpo para poder
realizar una obra del body art, pero muchos de ellos no están cómodos con el
uso de los mismos. Es por eso que recurren a la técnica de la falsa perforación
de piercing, este método consiste en el pegamento realista de aretes de
argolla, piercings en algunas zonas del cuerpo, dejando como resultado una
impresión muy real y sin ningún efecto secundario.
Maquillaje:
La
técnica del maquillaje es muy simple y además muy reconocida en el arte
corporal y otras disciplinas, además de ser muy asequible genera unos muy
buenos resultados en las obras. Es el método de decorar la piel y otras partes
visibles del cuerpo utilizando diferentes tipos de cosméticos que pueden ser
obtenidos de la naturaleza o ser sintéticos, y no afectan de ninguna manera la
integridad física de la persona. Sin duda alguna el maquillaje es una de las
opciones a las cuales puedes recurrir y probar de manera simple la práctica del
body art.
Land Art
1968
Híbrido
entre la escultura y la arquitectura, el Land Art surge del arte
conceptual y el minimal para crear un arte de la naturaleza
en la naturaleza, generado a partir de ella, con sus materiales (rocas,
gravillas, tierra, ramas, arena… incluso el viento o las mareas…) y su
ubicación en entornos naturales. El paisaje, por tanto, es un
concepto fundamental.
Los
artistas del Land Art coincidieron con el nacimiento de una conciencia
ecologista y la desaprobación por la irresponsabilidad y los excesos del
capitalismo. En ese sentido la comercialización del Land Art es compleja,
aunque todo se puede vender, claro.
Por
lo general, es un arte que debe permanecer donde está, y llegado el
momento, erosionarse o transformarse como todo en la naturaleza.
Incluso desaparecer. Por ello, documentar el proceso fue muy
importante en esta corriente. Fotos, videos, mapas o dibujos de la obra suelen
ser tan importantes como la obra en sí.
El
Land Art se basa en la alteración del paisaje y la unión de este
con el ser humano. Sirve para establecer una relación y sobre todo una
reflexión en lo que pintamos en este mundo y lo dañinos o beneficiosos que
podemos ser para él.
No
es un movimiento homogéneo ni asociado a la naturaleza, sino a la tierra,
entendiendo como tal al planeta mismo, pues sus obras se insertan en un
contexto que va más allá de los límites “naturales” para adentrarse en otros
más cosmológicos y complejos. Se ubican, más que en un espacio físico natural,
en unas coordenadas espacio-temporales particulares que escapan a la escala
humana.
En
el Land Art el tiempo se riza, pliega, dobla, bifurca o detiene, creando
espacios paralelos al que habitamos. No es casual que se desarrollase en los
sesenta, pues entonces el optimismo científico derivado de la carrera espacial
inundó el imaginario colectivo y alteró los conceptos espacio-temporales al uso
(huella de Amstrong).
En
el Land Art, la naturaleza evanescente del presente continuo se incorpora a
cada paso que da el tiempo, dejándose atrapar sólo en la acción materializada
de la huella.
Se
asocia este movimiento a la naturaleza y a esculturas de exterior, más allá de
galerías y museos, pero incluye manifestaciones muy dispares, desde las que
respetan el aspecto inicial del paisaje que intervienen hasta los que alteran
su imagen radicalmente pasando por los pensados para hacer frente a espacios
degradados.
En
el contexto de la divulgación y manipulación de las posibles consecuencias de
la teoría de la relatividad y del origen del Big Bang, obras representativas de
Smithson, Morris, Nancy Holt o Richard Long proponían una revisión de la obra
de arte dentro de un tiempo lineal y un espacio euclidiano, una revisión que se
relaciona con otra social y política (en paralelo a mayo del 68, Vietnam…).
El
Land Art también cuestionó el afán tecnológico de la ciencia, planteando si se
trata de un progreso o de un devenir cíclico.
La
escultura tiene ahora poco que ver con el objeto artístico en sí, la obra es un
caminar y no importa tanto la materialización de la experiencia. Se trata de un
proceso interminable donde se combina todo a cada momento: lugar, situación,
atmósfera, artista y todo lo que en ese momento sucede.
Las
formas laberínticas, simples, regulares y repetitivas del Neolítico fueron muy
utilizadas como signos de agujeros negros por los que desplazarse en el tiempo
y como antiguos arquetipos culturales.
Pop-Art
1955–1980
Un
artista es alguien que produce cosas que la gente no necesita tener pero que
él, por alguna razón, piensa que sería buena idea darles.
Aunque
lo pueda parecer, el Pop Art (o Arte Pop, hablemos con
propiedad) no es un estúpido movimiento en el que los artistas se ponen a crear
obra fáciles para un público lento. Si lo pensamos, es más bien un arte
muy político, y muy consciente de la realidad de nuestra sociedad de
consumo. Otra cosa es que te guste o no esa sociedad.
Los
artistas pop, en realidad, documentan lo que ven a su alrededor, con sus luces
y sus sombras. Es, ni más ni menos, la manifestación plástica de una cultura
que se caracteriza por varios factores como son el consumo vertiginoso, la
tecnología, el ocio, el consumo, las modas, la democracia… Todo fabricado,
empaquetado y listo para venderse.
El
arte, más que nada, es otro producto, y para un mayor rendimiento se puede
producir en serie.
Nuestra
cultura es superficial, es inexpresiva e impersonal. Es repetitiva y
saturante. Es casi una religión con sus iconos (logotipos publicitarios), sus
santos (celebridades) y sus liturgias (consumir) que nos anestesian para
olvidar los problemas graves que nos acechan.
Llegados
a este punto, el arte ya no imita la vida, sino que es la vida que imita
el arte.
Y
eso, amigos, es toda una revolución artística.
El
Pop es el resultado de un estilo de vida, la manifestación plástica de una
cultura caracterizada por la tecnología, la democracia, la moda y el consumo,
donde los objetos dejan de ser únicos para producirse en serie. Se sirve de los
objetos industriales, de los carteles, de los artículos de consumo comercial.
Describía lo que hasta entonces había sido considerado indigno para el arte: la
publicidad, las ilustraciones de revistas, los muebles de serie, los vestidos,
las latas de conservas, los "hot-dogs", botellas de coca-cola, etc.
Esto se lleva al arte, surgiendo un estilo desnudo y mecanizado, de series
reproducidas que enlaza directamente con el mundo de la publicidad.
El
tamaño de las obras será cada vez más espectacular, se amplían los motivos y
pasan a primer plano o se multiplican a lo largo de la superficie pictórica. La
expresividad queda desplazada a un segundo plano, siendo un estilo impersonal
que retrata su contemporaneidad con sutil conformismo.
El
Arte Pop fue apreciado y aprobado por el público gracias a sus formas fáciles y
divertidas y a sus contenidos, que podían ser captados sin dificultad. Al
espectador le gustaba reconocer objetos corrientes en los cuadros porque así se
ahorraban el esfuerzo que representaba la interpretación de las obras del
expresionismo abstracto, pero no comprendieron su carga de ironía y de
ambigüedad.
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